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jueves, septiembre 01, 2016

Parashat Reé

Corazón de piedra, corazón de carne

Se cuenta que un joven Rabino se quejó en una oportunidad ante su padre que las visitas de sus jasidim solían interrumpir su estudio.

"¿Cuál es el problema?", le preguntó el su progenitor.

"Si tus visitantes son ricos...pídeles un préstamo, y no los volverás a ver...Si son pobres, préstales dinero, y tampoco los volverás a ver".

....

Parashat Reé, que leemos esta semana, aborda de manera específica la situación planteada por esta anécdota.

De acuerdo a la legislación bíblica, el año sabático (Shmitá) tiene el poder de cancelar toda deuda contraída.

Dicha ley lleva aparejada consigo un enorme riesgo social. Ante la inminencia del séptimo año, los ricos podrían abstenerse de prestar dinero a los necesitados temiendo que la deuda sea condonanda por el año sabático. 

Este temor ya aparece mencionado en nuestra Parashá en forma de advertencia: "Cuídate no tener cosa malvada en tu corazón, diciendo: "Se aproxima el año séptimo, año sabático, y tu ojo mire mal a tu hermano, el mendigo, y no des a él" (Devarim 15, 9).

Y, efectivamente, éso era lo que ocurría. Es por ello que Hilel el anciano, instituyó el prozbul (Mishná, Sheviit 10, 3-4), un procedimiento legal a través del cual el acreedor transfería la potestad del cobro de la deuda a un Tribunal Rabínico. El documento del prozbul transformaba a dicho Tribunal en acreedor, y evitaba la condonación de la deuda en el séptimo año. De esa forma, el acreedor particular de dicho dinero podía recuperarlo en todo momento y no temería prestarlo ante el arribo del año sabático.

Hilel, de acuerdo a nuestros sabios (Mishná Guitin 4, 3), decidió implementar dicha norma a fin de promover el "ordenamiento del mundo" (Tikun Olam).  

El Rabino Benny Lau enseña que, en la época bíblica, sólo los pobres pedían dinero prestado.

Se presume que hacia el primer siglo antes de la era común, con la llegada de Herodes al poder – contemporáneo de Hilel el anciano-  la economía de préstamos interpersonales cambio radicalmente y, a los pobres, se sumaron hombres de buen pasar que pedían préstamos con fines especulativos. 

El Rabino Lau sostiene que dichos hombres comenzaron a abusar de la legislación bíblica que condona deudas en el séptimo año y los prestamistas dejaron de prestar. Pero esto produjo también una crisis con los realmente necesitados, porque la economía de préstamos entró en un callejón sin salida también para ellos.  Eso es lo que vino a solucionar Hilel con el prozbul.

El Prof. Louis Finkelstein elabora una interesante teoría en la que sostiene que la diferencia de status social entre Hilel el anciano y su contemporaneo Shamai, repercutió en sus enseñanzas y en la de las Escuelas que ambos inauguraron (Beit Hilel y Beit Shamai). De acuerdo a Finkelstein, Shamai legislaba con la mirada puesta en los ricos (los patricios), mientras que Hilel lo hacía pensando en los humildes (los plebeyos).

Existen sobrados ejemplos en nuestras fuentes que apoyan esta idea. 

Un caso emblemático que sustenta esta teoría tiene que ver con la disputa entre la Escuela de Shamai y la Escuela de Hilel acerca del orden de las bendiciones del Kidush en la noche del Shabat.

De acuerdo a la Escuela de Shamai, a la hora de pronunciar el Kidush en Shabat y festividades, primero debe pronuniciarse la bendición que proclama la santidad del día (Kedushat Ha-Iom) y luego la bendición sobre el vino (Boré Perí Ha-Gafen). La Escuela de Hilel, por su parte, sostiene que el Kidush comienza con la bendición sobre el vino y concluye con la santificación del día (Mishná Brajot 8, 1).  Nuestra práctica, como ocurre en la enorme mayoría de los casos, sigue la enseñanza de la Escuela de Hilel.

Posiblemente esta disputa sugiera la brecha socio-económica existente entre ambas Escuelas.

El vino, en tiempos pretéritos, era una bebida propia de las familias acomodadas. Según la teoría de Finkelstein, la Escuela de Shamai -representando al sector más acomodado- antepone la santidad del día a la bendición sobre el fruto de la vid, dado que la ingesta de vino -al menos para dichos círculos- no era una práctica exclusiva del Shabat. La Escuela de Hilel, por el contrario -representando a los círculos más humildes- sostiene que el Kidush debe comenzar con la bendición sobre el vino, dado que –posiblemente- ésa era la única ocasión en la semana en la que aquellas familias lo bebían .

Pero volviendo al tema del prozbul, cabe destacar que Hilel lo "instituyó", pero -de hecho- no inventó nada. Lo que Hilel hizo fue "aprovechar" la norma que establecía que la condonación de deudas en el séptimo año no regía para deudas exigidas por los Tribunales Rabínicos (Mishná Sheviit 10, 2). De esta forma logró reencausar el mercado de préstamos, restableciendo el clima de confianza entre los prestamistas y favoreciendo directamente a los más humildes.

Pero lo más importante aquí es que la institución del prozbul, logró que Torá y sensiblidad social caminen nuevamente de la mano.





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