Corazón de
piedra, corazón de carne
Se cuenta que un joven Rabino se quejó en una oportunidad ante su padre
que las visitas de sus jasidim solían interrumpir su estudio.
"¿Cuál es el problema?", le preguntó el su progenitor.
"Si tus visitantes son ricos...pídeles un préstamo, y no los
volverás a ver...Si son pobres, préstales dinero, y tampoco los volverás a
ver".
....
Parashat Reé, que leemos esta semana, aborda de manera específica la
situación planteada por esta anécdota.
De acuerdo a la legislación bíblica, el año sabático (Shmitá) tiene el
poder de cancelar toda deuda contraída.
Dicha ley lleva aparejada consigo un enorme riesgo social. Ante la
inminencia del séptimo año, los ricos podrían abstenerse de prestar dinero a
los necesitados temiendo que la deuda sea condonanda por el año sabático.
Este temor ya aparece mencionado en nuestra Parashá en forma de
advertencia: "Cuídate no tener cosa malvada en tu corazón, diciendo:
"Se aproxima el año séptimo, año sabático, y tu ojo mire mal a tu hermano,
el mendigo, y no des a él" (Devarim 15, 9).
Y, efectivamente, éso era lo que ocurría. Es por ello que Hilel el
anciano, instituyó el prozbul (Mishná, Sheviit 10, 3-4), un
procedimiento legal a través del cual el acreedor transfería la potestad del
cobro de la deuda a un Tribunal Rabínico. El documento del prozbul transformaba
a dicho Tribunal en acreedor, y evitaba la condonación de la deuda en el
séptimo año. De esa forma, el acreedor particular de dicho dinero podía
recuperarlo en todo momento y no temería prestarlo ante el arribo del año sabático.
Hilel, de acuerdo a nuestros sabios (Mishná Guitin 4, 3), decidió
implementar dicha norma a fin de promover el "ordenamiento del
mundo" (Tikun Olam).
El Rabino Benny Lau enseña que, en la época bíblica, sólo los pobres
pedían dinero prestado.
Se presume que hacia el primer siglo antes de la era común, con la
llegada de Herodes al poder – contemporáneo de Hilel el anciano- la
economía de préstamos interpersonales cambio radicalmente y, a los pobres, se
sumaron hombres de buen pasar que pedían préstamos con fines especulativos.
El Rabino Lau sostiene que dichos hombres comenzaron a abusar de la
legislación bíblica que condona deudas en el séptimo año y los prestamistas
dejaron de prestar. Pero esto produjo también una crisis con los realmente
necesitados, porque la economía de préstamos entró en un callejón sin salida
también para ellos. Eso es lo que vino a solucionar Hilel con el prozbul.
El Prof. Louis Finkelstein elabora una interesante teoría en la que
sostiene que la diferencia de status social entre Hilel el anciano y su
contemporaneo Shamai, repercutió en sus enseñanzas y en la de las Escuelas que
ambos inauguraron (Beit Hilel y Beit Shamai). De acuerdo a Finkelstein, Shamai
legislaba con la mirada puesta en los ricos (los patricios), mientras que Hilel
lo hacía pensando en los humildes (los plebeyos).
Existen sobrados ejemplos en nuestras fuentes que apoyan esta
idea.
Un caso emblemático que sustenta esta teoría tiene que ver con la
disputa entre la Escuela de Shamai y la Escuela de Hilel acerca del orden de
las bendiciones del Kidush en la noche del Shabat.
De acuerdo a la Escuela de Shamai, a la hora de pronunciar el Kidush en
Shabat y festividades, primero debe pronuniciarse la bendición que proclama la
santidad del día (Kedushat Ha-Iom) y luego la bendición sobre el vino (Boré
Perí Ha-Gafen). La Escuela de Hilel, por su parte, sostiene que el Kidush comienza
con la bendición sobre el vino y concluye con la santificación del día (Mishná
Brajot 8, 1). Nuestra práctica, como ocurre en la enorme mayoría de los
casos, sigue la enseñanza de la Escuela de Hilel.
Posiblemente esta disputa sugiera la brecha socio-económica existente
entre ambas Escuelas.
El vino, en tiempos pretéritos, era una bebida propia de las familias
acomodadas. Según la teoría de Finkelstein, la Escuela de Shamai -representando
al sector más acomodado- antepone la santidad del día a la bendición sobre el
fruto de la vid, dado que la ingesta de vino -al menos para dichos círculos- no
era una práctica exclusiva del Shabat. La Escuela de Hilel, por el contrario
-representando a los círculos más humildes- sostiene que el Kidush debe
comenzar con la bendición sobre el vino, dado que –posiblemente- ésa era la
única ocasión en la semana en la que aquellas familias lo bebían .
Pero volviendo al tema del prozbul, cabe destacar que Hilel lo
"instituyó", pero -de hecho- no inventó nada. Lo que Hilel hizo fue
"aprovechar" la norma que establecía que la condonación de deudas en
el séptimo año no regía para deudas exigidas por los Tribunales Rabínicos
(Mishná Sheviit 10, 2). De esta forma logró reencausar el mercado de préstamos,
restableciendo el clima de confianza entre los prestamistas y favoreciendo
directamente a los más humildes.
Pero lo más importante aquí es que la institución del prozbul,
logró que Torá y sensiblidad social caminen nuevamente de la mano.
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