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domingo, noviembre 26, 2006

Parashat VaIetze 5767

El Mensaje de los Ángeles

Leí hace un tiempo que en el año 1922 el Tesoro de los Estado Unidos cometió vergonzoso error. A la hora de acuñar sus monedas, en lugar de estampar el lema que acompaña a cada billete y a cada moneda americana desde sus comienzos (In G-d we trust, Creemos en Di-s), grabaron la consigna ‘In GOLD we trust’ (Creemos en el oro). Este acto fallido no hace más que expresar un signo de nuestros tiempos: el amor por el dinero muy por encima del amor por Di-s.

Nuestra tradición enseña que estas alternativas son casi excluyentes. O se cree en Di-s, o se cree en el oro.

En la Parashá de esta semana, vamos a leer acerca del célebre sueño de la escalera de Iaakov. Entre las tantas interpretaciones que se le han dado a este sueño hay una muy curiosa e interesante que hoy deseo compartir con ustedes. El Midrash nos cuenta que Di-s mostró en este sueño a dos de sus descendientes: uno fue Moshé, que subió hasta el mismísimo Cielo y el otro fue Koraj que –literalmente- fue tragado por la tierra.

¿Por qué justamente Di-s muestra en este sueño a Moshé y a Koraj?
Los dos fueron hombres de fortuna. Uno, Moshé, la consagró al Cielo y llegó a ser padre de todos los Profetas y maestro de todo Israel. El otro, Koraj, la consagró a intereses miserables y terminó siendo tragado por los abismos.

Es de destacar que la palabra ‘Sulam' (Escalera), tiene en hebreo el mismo valor numérico (136) que la palabra ‘Mamón’ (dinero) y la palabra ‘Oni’ (pobreza).

Tal es el poder del dinero. Quien lo utiliza como un medio, y lo consagra a fines nobles e invierte en el futuro de sus hijos, y ayuda a los que menos tienen, y promueve el desarrollo de instituciones judías, puede llegar hasta el Cielo. Pero, quien lo utiliza como un fin en sí mismo y lo consagra sólo a satisfacer sus propios apetitos, llega al peldaño más bajo y es ‘Pobre’ aun cuando lo tenga TODO.


La auténtica calidad de una persona no se evalúa por lo poco o lo mucho que tenga, sino por el papel que cumplen las posesiones materiales en su vidas. El tema –como siempre- es tener bien en claro en qué se cree: si en G-D o en el GOLD.

Por eso, tengamos siempre en cuenta que el oro alimentó a un becerro, pero también le dio brillo al Beit HaMikdash…¿De qué lado estás?

domingo, noviembre 05, 2006

Parashat VaIerá 5767

B"H
Espejismos de Justicia

Esta semana leemos en la Torá acerca de la destrucción de Sedom y Amorá.

Al hablar de estas ciudades, solemos pensar que en estos lugares la justicia estaba ausente.
Y no es cierto.
Eran ciudades con muchas leyes, y la gente no le daba la espalda a SU LEY...
.
¿Qué es entonces lo que enojaba tanto a Di-s? ¿Por qué destruir dos ciudades con gente tan obediente?

Se nos cuenta, por ejemplo, que había una ley en Sedom que prohibía darle pan a la gente pobre. Aquel que diera pan a los pobres sería quemado en el fuego. Cuando un pobre se allegaba a ellos, no le daban pan sino tan sólo monedas...y cada uno escribía su nombre sobre ella. Cuando el pobre moría, cada uno venía y recuperaba su moneda.

Sedom era un lugar muy civilizado…pero faltaba el temor a Di-s. Y sin temor a Di-s, poco sentido tenían las leyes...

El Rabino Yissocher Frand explica esta idea a través de un ejemplo bien gráfico. El respeto a las leyes no siempre asegura armonía social. En plena Noche de los Cristales Rotos en la Alemania nazi, un niño ingresó corriendo a su jeder y a los gritos informó al Rabino que su casa se estaba incendiando. El Rabino salió corriendo del aula y telefoneó al Departamento de Bomberos para informar del incendio. ‘No podemos hacer nada’, le dijo el Jefe de Bomberos. ‘Apagar ESE incendio es ilegal’.

Alemania seguía siendo un país de leyes, como siempre. Ocurría que por entonces era ILEGAL apagar incendios en casas de judíos.

Bajo ese aspecto, en la Alemania de Hitler ocurría lo mismo que en Sedom: La gente respetaba las leyes a rajatabla. Pero sin temor a Di-s, las leyes no sirven para nada.

Tal vez sea por eso que Di-s dice a Abraham después del episodio de la Akeidá (Bereshit 22, 12): ‘Ahora sé que eres temeroso de Di-s’. ¿Por qué Di-s elige esa expresión? ¿Por que no decirle: ‘Ahora se que eres obediente’ o ‘Ahora conozco tu sumisión’?

Porque hay mucha gente obediente y sumisa en el mundo, pero obedece y se somete ante estos espejismos de justicia. La gente de Sedom era obediente, la gente de Hitler era sumisa...

Pero lo de Abraham era diferente.
Abraham fue el primero en ser temeroso del Cielo.

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Parashat VaIerá 5766 – El Ejemplo de Abraham