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sábado, enero 28, 2006

Parashat Bo 5766

Takers y Givers

"Y si fuese pequeña la familia para el cordero, lo repartirá con la familia vecina a su casa, según el número de sus almas" (Shemot 12, 4).

Un hombre se ahogaba en el agua furiosa del océano. Al llegar hasta aquel desesperado hombre, el guardavidas estiró su mano y le dijo: ‘¡Deme su mano!’. El hombre no reaccionaba. ‘¡Deme su mano!’, gritaba el guardavidas. El hombre, seguía imperturbable... Al cabo de un tiempo, el agua pudo más y el hombre se ahogó.

‘¿Cómo es que no lograron salvarlo?’, quiso saber su esposa.

‘Yo estiré mi mano –contó el guardavidas- y le grité ‘¡Deme la mano!’, y él no reaccionaba. Hasta que, finalmente, el agua pudo más...y se ahogó’. 

‘¡Mal hecho!’, dijo la mujer. ‘Usted debiera haberle dicho ‘TOME la mano’ no ‘DEME la mano’. Mi marido jamás dio nada en su vida...’. 

....

Parashat Bo nos habla, entre otras cosas, del sacrificio de Pesaj. Se nos dice que aquella familia a la que le quedaba ‘grande’ el cordero de Pesaj debía invitar a un vecino (de seguro pobre) para comer aquella porción sobrante de cordero. 

La Torá bien podría haber hablado al revés: ‘Si hubiese un hombre pobre que no tuviere cordero para Pesaj, comerá sobre la mesa de su vecino’. Pero no. ¿Por qué? 

Alguna vez hizo notar Rabí Shimshom. R. Hirsch que la palabra ‘Derechos’ (Zjuiot) difícilmente aparece en la Torá. Y no es que a Dios no le importen los DERECHOS...Pero la Torá prefiere hablar de Jovot (Obligaciones). Obligaciones hacia Dios, hacia los padres, hacia los maestros, hacia los necesitados. La Torá está llena de obligaciones. 

La Torá prefiere hablar de Jovot, porque cuando se habla de derechos, se coloca al hombre en condición de RECEPTOR. Cuando se habla de obligaciones, se lo coloca en condición de DADOR... 

Bien podría haber dicho la Torá que un hombre pobre tiene derecho a consumir del cordero de su vecino. Sin embargo, prefirió decir que un hombre rico tiene la obligación de compartir su cordero con su vecino pobre. Porque no es lo mismo tener DERECHO a recibir, que tener el DEBER de dar.

Tal como me dijo alguna vez mi maestro el Rabino Manes Kogan: La humanidad sólo se divide en dos: (me decía en inglés) en Givers (en gente de entrega) y en Takers (en gente que sólo gusta de recibir y tomar del otro). Gente que se desvela por DAR. Y otra que estaría dispuesta a hundirse con tal de no dar nada, siquiera su mano cuando se está ahogando...


domingo, enero 22, 2006

Parashat VaEra 5766

Horizontes Cortos

Moshé temía al ridículo. Sabía que sus hermanos no le prestaban atención. ‘Si los hijos de Israel no me escuchan...¿cómo me va a escuchar el faraón si yo no puedo hablar?’.

Todos sabemos de las dificultades que tenía Moshé para hablar. No obstante, el verdadero problema de Moshé era que Israel no quería escuchar.

El tiempo y la travesía del desierto le darían la razón a Moshé.

Ser libre es todo un desafío, y Moshé iba entendiendo de a poco que sus hermanos preferían la falsa sensación de seguridad que ofrece la tiranía a los desafíos que presenta la libertad.

Se cuenta que, estando de viaje, Rabí Najum de Chernobytz decidió pernoctar en una posada.

El dueño de la posada, un judío muy simple, viendo a Rabí Najum rezando le preguntó que estaba haciendo. Rabí Najum interrumpió su rezo y le dijo que estaba rezando implorando a Di-s para que llegue el mashiaj y lleve a todos los iehudim a Eretz Israel.

Anonadado, el hombre subió las escaleras, despertó a su mujer y le dijo: ‘¡Querida! Hay un judío abajo que está rezando para que llegue el mashiaj y podamos ir todos a Eretz Israel.

La mujer se fregó los ojos y le dijo: ‘¿Y qué va a ser de nuestra granja, nuestras vacas y nuestros caballos?’.

Perturbado, el hombre volvió a bajar, interrumpió nuevamente a Rabí Najum y le dijo: ‘Pero Rabí...¿Qué va a ser de nuestra granja, de nuestras vacas y de nuestros caballos?’.

‘Dime’, le dijo Rabí Najum. ‘Cuando vienen los cosacos y saquean todo lo que tienes...¿eres feliz? ¿Es eso lo que te gusta? ¿Quieres que tu vida sea siempre igual? Cuando llegue el mashiaj, vamos a ir todos a Eretz Israel...¿Entiendes? ¡Chau cosacos! ¡Se acabó!’.

De nuevo el hombre quedó impresionado. Subió desesperado a su mujer y le contó la respuesta de Rabí Najum. ‘Querida...Llega el mashiaj ...¡Chau cosacos! ¡Se acabó!’.

La mujer miró a su marido y le dijo: ‘Baja a ver a ese tal Rabí Najum y dile que rece para que el mashiaj se lleve a los cosacos a Eretz Israel y nos deje aquí con nuestra granja, nuestras vacas y nuestros caballos’.

Eso se llama tener horizontes cortos. El verdadero problema de Moshé no era el faraón. Su problema era la obstinación de Israel. Por eso era necesario que Moshé y Aharón vayan juntos, tal como dijo alguna vez Rabí Shmuel Mohliver: Uno para sacar a Israel de Egipto; el otro para sacar a Egipto de Israel...

sábado, enero 14, 2006

Parashat Shemot

Boca Prestada

'...lento de habla y lento de lengua soy yo...' (Shemot 4, 10)


Cuando Dios llamó a Moshé para liberar a los hijos de Israel de Egipto, Moshé argumentó que era 'lento de habla’ (Shemot 4, 11). Algo similar ocurrirá la semana próxima. '¿Cómo me va a escuchar el faraón si yo soy tartamudo?' (Shemot 6, 12), dirá Moshé a Dios.

¿Por qué Dios elige a una persona así para liderar a Su pueblo? Entre los seiscientos mil hebreos que salieron de Egipto...¿no había nadie mejor que él? ¿nadie podía cumplir con esa misión sin necesitar de un hermano que le preste la boca y hable por él?

Tal vez, justamente por ello Dios lo quería a Moshé. La misión de Moshé no era misión de un día; era misión de años. Guiaría a los hijos de Israel por las arenas del desierto, recibiría la Torá y habría de enseñarla al pueblo.

Moshé habría de oficiar de 'puente' entre Dios y Su pueblo. Moshé sería el 'instrumento de la redención' y Dios no quería un líder que genere falsas expectativas en la gente. Dios quería que el pueblo se enamore de la Torá...¡No de Moshé! Quería que el pueblo se vea seducido por el peso de los argumentos y no por el carisma del transmisor...

Tal vez alguna vez les ocurrió de quedar encantados con alguna publicidad en TV. Sin embargo, haciendo memoria, uno no puede recordar si les estaban vendiendo una bebida gaseosa, un rollo fotográfico o un auto deportivo. En publicidad se suele decir en estos casos que el recurso se devoró al producto. La gente suele quedar tan embelesada ante el recurso utilizado que ni recuerda que es lo que tiene que comprar...

¿Cuanta gente en épocas de elecciones opta por un candidato simplemente porque habla bien? ¿O porque viste bien? ¿O porque tiene la dentadura recién hecha? Da igual...Cuando el recurso supera al producto, jamás se sabe que se esta eligiendo.

Y pareciera que ese era el gran temor de Dios. Podría haber elegido a un literato para enseñar la Torá y que Su pueblo quede enamorado de su lenguaje. Podría haber elegido a un locutor de Frecuencia Modulada para enseñar la Torá y que Su pueblo quede enamorado de su voz. Sin embargo, eligió a Moshé, al maestro lento de habla, para que enseñe la Torá y asegurarse que Su pueblo -si lograba enamorarse- sólo se enamoraría de la Torá.

sábado, enero 07, 2006

Parashat VaIeji 5766

El Rey de la Tierra y el rey de la selva

Un antiguo midrash cuenta que cuando Di-s creó el mundo, dudó si hacerlo con el atributo de justicia (Midat HaDin) o con el atributo de misericordia (Midat HaRajamin). Pensó Di-s: ‘Si lo creo sólo con el atributo de misericordia, perdonaré todo y sus pecados se multiplicarán. Si lo creo sólo con el atributo de justicia, el mundo no podrá mantenerse en pie. Lo que voy a hacer es crearlo con ambos, justicia y misericordia, ¡y ojalá resista! (B. Rabá 12, 15).

Tal vez ésta sea la razón por la cual Di-s terminó eligiendo a la tribu de Iehudá para gobernar a Israel. De él habrá de surgir David HaMelej y también de Iehudá surgirá el Mashiaj. Tal vez hubiera sido más prudente elegir a las tribus de Iosef: finalmente Iosef era él único de los hijos de Iaakov que tenía 'experiencia de gobierno' al haber sido virrey de Egipto. ¿Por qué Di-s termina eligiendo a Iehudá? ¿Qué tiene de especial ese 'cachorro de león', al decir de su padre Iaakov?


Así como Di-s creó al mundo sirviéndose del atributo de misericordia y del atributo de justicia al mismo tiempo, así también Iehudá supo sacar a relucir ambos atributos en su vida. Por momentos pacifista; por momentos caudillo. Por momentos conciliador; por momentos guerrero...

Nos cuenta el Doresh Tov LeAmó que los animales buscaban un rey. Pusieron, entonces, sus ojos sobre el tigre. Pensaron: ‘El tigre es impiadoso y logrará aterrorizar a todos los animales’. Intervino el zorro y dijo: ‘A pesar de que el tigre es el más terrible de los animales, a menudo un rey debe saber ser piadoso y compasivo. Si siempre se va a comportar con crueldad...¿qué será de nosotros?’. Dijeron los animales: ‘Entonces, nombraremos rey al cordero; nadie es más piadoso que él’. Nuevamente intervino el zorro y dijo: ‘A pesar de que el cordero es piadoso, un rey también debe ser valiente. Por ello, nada mejor que el león para rey, ya que sabe ser piadoso cuando no está hambriento y valiente a la hora de la batalla’.

Lo mismo ocurrió con Iehudá: Por momentos buscó la concordia; por momentos mostró los dientes. Por ello, le correspondía el reinado. Tenía las dos condiciones necesarias para conducir los destinos de una nación. Tenía los atributos que hacen de Di-s el Rey de la Tierra...y del león, el rey de la selva...