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martes, julio 29, 2014

Parashat Devarim 5774

Que pase el que sigue

La periodista e intelectual española Pilar Rahola cuenta en uno de sus escritos que los mineros, hasta bien entrado el siglo veinte, solían utilizar canarios en las profundidades de la tierra. Sabiendo que las aves son más sensibles que el hombre a los gases venenosos, los mineros podían huír de las minas a toda velocidad si veían que los canarios se asfixiaban. Rahola sostiene, que el pueblo judío y el Estado de Israel, son los "canarios" del mundo, expuestos -antes que ningún otro- a los embates del terrorismo internacional.

Pocos días después de los terribles atentados del 11 se setiembre del 2001, la cadena CNN entrevistó a Efraim Sné, por entonces Ministro de Transporte israelí. Se le preguntó si los atentados en EEUU cambiarían los procedimientos de seguridad en el Aeropuerto Ben Gurión. Sné respondió de manera lacónica: "Nada va a cambiar".

Sné no pecaba de negligente. Por el contrario, los rígidos controles en la terminal hebrea (y los de cada vuelo que viaja hacia Israel) estaban vigentes desde hacía varias décadas. Hoy quien aborda un avión en Nueva York o en cualquier otro aeropuerto americano, debiera saber que el "canario" de la seguridad aeroportaria fue Israel.

Otro ejemplo. Los aviones civiles israelíes disponen de sistemas antimisiles en sus fuselajes, como consecuencia del fallido atentado contra una aeronave de la empresa Arkia en Noviembre del 2002 en Mombasa (Kenia). Cuando hace dos semanas un avión de Malaysia Airlines fue derribado por un misil tierra-aire en cielo ucraniano, seguramente más de uno habrá entendido nuevamente la parábola del canario de Rahola. No me caben dudas que en pocos años –sino meses- los sistemas antimisiles vendrán integrados a toda la aviación comercial.

"Que pase el que sigue", no pretende ser una bravuconada, ni una invitación a pelear. Significa que detrás de Israel, vendrá alguien. Será inevitable. Lo que ocurre en Gaza por estos días se víncula con el conflicto israelí-palestino sólo tangencialmente. Si hacemos zoom out, veremos que esta última escalada en Israel y en Gaza se enmarca dentro del plan de la Jihad mundial en su lucha contra los valores occidentales. Israel para ellos es el "Pequeño Satán"; EEUU, el "Gran Satán". Europa –cuando se despierte- descubrirá que es el "Satán Mediano". Ésto se inicia en Gaza pero alguien camina detrás del canario.

Quien –por éstos días- está atento a los instructivos del Pikud Ha-Oref, el Comando de Retaguardia israelí, conoce prácticamente de memoria el mapa con los radios de alcance de los misiles del Hamás. Se trata de un croquis con áreas concéntricas: quince segundos para buscar resguardo en Sderot, treinta segundos en Ashkelon, cuarenta y cinco segundos en Ashdod y un minuto en Beer Sheva...

Por estos días, alguien está dibujando un nuevo mapa. Y si no lo dibuja, tal vez lo esté soñando en sus peores pesadillas. Tal vez los números no sean tan precisos ni tengan resolución en segundos, pero países como Egipto, Jordania, y varios otros de Europa, comienzan a entender que la Jihad –como una gigantesca ola de tsunami- va por ellos.
Tal vez sean dos años para Egipto, Jordania y Arabia Saudita. Diez años para Francia y Holanda. Otros tantos para Inglaterra. Los áreas concéntricas de alcance, como en el croquis del Comando israelí, se acortarán, extenderán o desaparecerán en función de las condiciones en las que concluya este nuevo conflicto entre Israel y el Hamás.

Los tiempos que corren exigen un liderazgo maduro y valiente. Un liderazgo con visión, que sepa separar la paja del trigo, y que entienda –y haga entender a sus pueblos- que bregar por el bienestar palestino y justificar al Hamás son dos causas irreconciliables. No se puede proteger al rebaño y –al mismo tiempo- alimentar a los lobos. Nada bueno puede salir del Hamás.

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Al inicio del libro de Devarim (Deuteronimio), que leemos en nuestras sinagogas esta semana, veremos que no hay nada nuevo bajo el sol. Moshé rememora días antes de su muerte los sinsabores de la travesía de cuarenta años por el desierto.

La gran tragedia de la generación del desierto fue el abismo que separaba a la dirigencia  del pueblo del ánimo popular.

Moshé soñaba con la Tierra de Israel; su pueblo quería regresar a Egipto.
Moshé bregaba por la Torá; su pueblo bailaba alrededor del becerro.
Moshé miraba hacia adelante; su pueblo miraba hacia atrás.

Moshé no logró ver coronada su colosal obra; tal vez por éso su vida tenga tantos ribetes trágicos. Sin embargo, su visión triunfó con el paso de los siglos. El pueblo hebreo finalmente se aglutinó alrededor del mensaje divino que él mismo recibiera en Sinaí, y transformó a la tierra de Abraham, Itzjak e Iaakov en su hogar nacional.

Si Moshé, arquetipo del profeta, no logró zanjar en vida este abismo entre su visión y la de su  pueblo...¿qué podemos esperar de Abdelfatah Al-Sisi, presidente de Egipto o de otros mortales que lideran el destino de Europa?

Claramente ellos entienden el peligro que se avecina; ven venir la ola del tsunami. Pero...¿cómo pretender que tengan actitudes más decididas frente al terrorismo del Hamás cuando gran parte de sus pueblos consumen basura propagandística de Al Jazeera y sus acólitos?

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Cuando una rana cae en una olla de agua hirviendo huye despavorida. Pero si se coloca a la misma rana dentro de una olla con agua a temperatura ambiente, y se eleva progresivamente la temperatura del agua, la rana finalmente terminará cocida.

¿Por qué la rana no se escapa?

Ante todo, porque no advierte que está en peligro y no tiene capacidad para advertir cambios progresivos en su entorno. Pero fundamentalmente no escapa, porque cuando "entiende" que debiera hacerlo, ya no puede huír.

Son muchas las naciones de Europa que se vienen cocinando a fuego lento desde hace años. En Sudamérica ocurre lo mismo. Tienen la propaganda de la Jihad mundial enquistada en vastos sectores de la prensa y de la izquierda "progresista". Su propaganda se viraliza a través de las redes sociales.

En Medio Oriente, Egipto ya se cocinó, y –rápido de reflejos- pudo escapar momentáneamente. Arabia Saudita y comienza a entender que el problema del Medio Oriente no es Israel y ya comienzan a alzarse voces a favor de la normalización.  

Los líderes comienzan a entender pero los pueblos no siempre comparten su visión. Esa es en parte la tragedia de nuestra generación, tal como ocurrió con Moshé y la generación del desierto.

Mientras tanto -por los pasillos del mundo- seguiremos escuchando "¡Que pase el que sigue!". Son muchos los que aguardan en la sala de espera.

Gustavo Surazski, es Rabino de Kehillat Netzach Israel, la comunidad conservadora de Ashkelon, a pocos kilómetros de la Franja de Gaza.



jueves, julio 24, 2014

Parashat Masei 5774

Hamás y los hombres de las cavernas

Si eres anti-judío, estas lineas no son para tí. Ya dijo Sartre que el antisemitismo es una pasión, y a éstas no se las apacigua con lógica. Si eres pro-palestino éstas lineas pueden ser de utilidad, porque parto de la premisa que tu deseo es la prosperidad del pueblo palestino. De todos modos, no quiero pecar de optimismo exagerado ya que pro-palestinos no abundan en esta contienda.

Creo que a esta altura no cabe duda de que si este conflicto fuera entre palestinos y rusos, palestinos y turcos, o palestinos y paquitaníes, no ocuparía en la prensa internacional el espacio que ocupa por estos días. El destino de los palestinos sería similar al del pueblo saharaui, quienes reclaman a Marruecos soberanía sobre sus arenas del Sahara Occidental. Cuando el enemigo no es Israel, el minuto a minuto del rating no da tanto rédito.

Ciertos medios e intelectuales occidentales analizan este conflicto con una superficialidad lastimosa. La historia juzgará a dichos medios y a dichos intelectuales como los idiotas útiles del fundamentalismo islámico. No comprenden que Israel renunció hace ya muchos años a la franja de Gaza. Ya nadie en Israel quiere tener  control sobre ese área. En un auténtico suicidio demográfico. El problema de este conflicto es que el fundamentalismo palestino no ha renunciado aún a Tel Aviv. 

¿Cuál es entonces la punta del ovillo de este conflicto?

Levantar el sitio sobre la Franja de Gaza, podría serlo, según algunos. Pero ya hemos visto -en estas últimas semanas- que el cemento que entró en Gaza cuando ésta no estuvo sitiada no se utilizó para edificar escuelas y hospitales, sino túneles. Nadie creyó hasta hace dos semanas que el vocablo "cavernícolas" iba a encontrar una expresión tan acabada y contundente en el Hamás.

Detener los misiles provenientes de Gaza tampoco solucionaría nada. De hecho eso ya ocurrió al fin de cada una de las escaladas regionales. Un día –se sabe- los misiles vuelven  a caer: Al principio de manera impúdica y en cuentagotas; luego de manera igualmente impúdica pero masiva e indiscriminadamente. Jaled Mashal tiene razón cuando dijo ayer que ellos sólo apuntan sus misiles a objetivos militares. Lo que obvió decir es que el liderazgo religioso del Hamás definió a toda la población de Israel como "objetivo militar". Finalmente -así sostienen- todo israelí fue, es o será soldado.

Elaborar un Plan Marshall para la reconstrucción de Gaza sería una buena idea, con la salvedad de que el dinero llegaría a manos del Hamás. La administración económica de la Franja de Gaza hace ver escandinavos a los países de Latinoamérica. El dinero que llegue allí, como ya ocurrió en el pasado, no irá ni a la educación, ni a la industria ni a la salud, sino a cohetes y a nuevos cuadros de adoctrinamiento islamo-fascista.

¿Por dónde se desata este nudo gordiano?

El nudo gordiano del conflicto israelí-palestino sólo se desatará cuando la dirigencia palestina en su totalidad reconozca al Estado de Israel como la expresión de autodeterminación del pueblo judío. De lo contrario, el nudo será cortado nuevamente por la espada. Israel no puede firmar la paz con la Autoridad Palestina en tanto éstos no rijan los destinos de la Franja de Gaza. Y la dirigencia y los habitantes de Gaza deberán entender que vivir en túneles puede ser un ingenioso ejercicio táctico, pero nadie puede diseñar una sociedad desde cavernas en las entrañas de la tierra. Éso es bueno para los hormigas, no para los humanos. Quiero creer que en Gaza vive gente que también gusta correr detrás de una pelota, o tocar la guitarra en la playa o disfrutar de un picnic familiar en un parque público.

Cuando el profeta Zejaria profetizó sobre los días mesiánicos, no lo hizo utilizando imágenes utópicas, sino a través de imágenes simples y universales que todo mortal podría identificarse con ellas.

"Se sentarán los ancianos y las ancianas en las plazas de Jerusalem, cada uno con su bastón en la mano, por ser muchos sus días; las plazas de la ciudad se llenarán de niños y niñas en sus plazas jugando" (Zejaria 8, 4). Ésta fue la visión que guió al movimiento sionista desde sus inicios. Nada muy sofisticado. Llevar una vida NORMAL en un hogar nacional propio.

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Parashat Masei que leemos esta semana narra el vagar de los hijos de Israel en el desierto. Cuarenta y dos estaciones que grafican -en cierto modo- la historia de nuestro pueblo. No sólo vagamos en el desierto; nuestra historia es una cadena de arraigos u desarraigos. De Israel salimos a Roma, y a Babilonia, y al Norte de África, y a España, y a Alemania, y a Polonia, y a Rusia y a Norteamérica y a Sudamérica...y a  tantos lados. Varias veces hemos sido exilados, y finalmente hemos regresado a casa.

Israel ya tiene un Estado desde 1948; no necesita otro. Sólo esperamos que madure la idea del otro lado. Hamás es la enfermedad de la Franja de Gaza; no el remedio. Gaza ya está libre de Israel, ahora se tiene que liberar del Hamás. Nadie quiere vivir en las cavernas.


miércoles, julio 09, 2014

Carta desde Ashkelon
David y Goliat

Rabino Gustavo Surazski

El sur de Israel llega desde ayer a la noche hasta la ciudad de Jedera. Increíble. A nadie se le ocurriría en EEUU decir que el Estado de Massachusetts es un estado sureño, ni ubicar al sur argentino en la provincia de Córdoba. El sur de Argentina es Usuahia; el norteamericano es el Estado de Florida. En Israel, el sur debiera ser el Negev. Sin embargo, en Israel, "Sur" no es una definición que remita a cordenadas geográficas. Es una linea que se va corriendo con los años y que desde ayer se ubica a unos 90 km de la frontera norte con el Líbano.

Sin embargo, Hamás no sólo logró que los libros de geografía queden caducos. También ha logrado dejar caducos a organismos internacionales como la ONU y a gran parte de la prensa internacional vocera de la causa palestina.

A la larga, la cruda pelea entre Israel y los palestinos es una lucha por la narrativa.

Hoy, la narrativa israelí es prácticamente ignorada por la opinión pública internacional. De acuerdo a ésta, el pueblo judío habitó la tierra de Israel desde tiempos bíblicos y luego de haber sido expulsado por los romanos en el año 70 e.c. continuó soñando con regresar a la tierra de sus antepasados. La creación del Estado de Israel en el año 1948 fue la expresión política de la autodeterminación del pueblo hebreo. La semilla del moderno Estado de Israel no brotó en los campos de exterminio. Israel fue fundada a pesar de Auschwitz, no debido a Auschwitz. El Primer Congreso Sionista se llevo a cabo medio siglo antes del Holocausto. Y la nostalgia por Jerusalem ya aparece mencionada en el libro de los Salmos.

Esta narrativa sucumbió en la guerra de los Seis Días (1967). Hasta entonces, Israel era visto en gran parte del mundo como un ejemplo vivo de reparación histórica. Un pueblo que logró levantarse de las cenizas de Auschwitz y construír un Estado propio en circunstancias adversas y hóstiles. Un pueblo débil pero perseverante.

Todo cambió desde aquella determinante guerra. Israel –a los ojos de gran parte del mundo- pasó a ser un Estado fuerte y decidido, para algunos; opresor e imperialista, para otros. En aquella guerra, Israel pasó justificadamente al ataque y el atacante suele tener pésima prensa. La opinión pública progresista e izquierdista gusta identificarse -casi automáticamente- con aquel bando que es percibido como débil. Israel, a sus ojos, dejó de ser David y pasó a ser Goliat.

La otra narrativa sostiene que Israel es un estado racista que expulsó a los palestinos de sus  tierras y de sus casas. Que la lucha armada palestina tiene como fin liberar los territorios palestinos ocupados. A menudo, la narrativa palestina se "enriquece" de otros elementos que son un insulto a la inteligencia. Como que el Templo de Jerusalem nunca existió, y que el vínculo histórico de los judíos con su capital es inexistente. Se llegó a escuchar alguna vez que los palestinos eran descendientes directos de los jebuseos...

La prensa compró parte de esta narrativa; otra parte -por fortuna, y por el momento-  quedó descartada.

Queda claro que una prensa que informa desprovista de agenda ideológica es una prensa técnica y aburrida. Y dado que el principal objetivo de la prensa es vender –no informar- resulta funcional a esta causa presentar ante la sociedad un modelo de conflicto binario, donde hay buenos y malos, fuertes y débiles, opresores y oprimidos...un David y un Goliat. Ésto transforma al conflicto israelí-palestino en una burda película de Hollywood, donde no hay matices entre el blanco y el negro, entre la maldad suprema y la bondad absoluta.

Yo no creo que Israel haya dejado de ser David; ocurre que la fragilidad de Israel ya no es militar. Israel tiene un ejército fuerte, pero su inmenso poderío militar nunca podrá ser puesto al servicio de su causa. Israel, no se defiende del Hamás con lo que tiene, sino con lo que puede. Como David, tiene un sólo tiro, no más que eso. Y, al igual que al hijo de Ishai, se le exige precisión y evitar los daños colaterales.

Hamás, por su parte, nunca dejó de ser Goliat. Su poderío militar es ínfimo al lado del poderío israelí, pero no tiene ni escrúpulos ni las manos atadas. Ésto le da a su relativamente escaso poder una enorme efectividad y a su narrativa un aura de epopeya y de heroísmo libertario.

La prensa occidental pro-palestina quedó caduca porque respalda una narrativa que hace agua por donde se la mire. Si Israel es un Estado racista...¿cómo es posible que le siga pagando el sueldo a la diputada Janin Zuavi que justificó el asesinato de los tres adolescentes israelíes en el mes de Junio pasado? Si los territorios están ocupados desde 1967...¿por qué la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) nació tres años antes en 1964? Si la intención es expulsar a los judíos de los territorios ocupados...¿por qué los que arrojan cohetes viven en tierras abandonadas por Israel desde el 2005? Si la Autoridad Palestina quiere llevar conversaciones de paz con Israel...¿cómo puede compartir el gobierno con un grupo armado que llama a la aniquilación de Israel desde su carta fundacional?

¿Cómo convivir con la idea de que el agresor es en realidad el agredido? ¿O qué el débil es el fuerte y el fuerte es el débil? El modelo binario se información no tolera preguntas molestas de este tipo.

El mundo mira de costado; en el mejor caso calla, en el peor otorga.