Buscar este blog

jueves, enero 22, 2015

Parashat Bo 5775

Cuando la verdad quema...
dedicado a la bendita memoria de Alberto Nisman Z"L

Parashat Bó, que leemos esta semana, trae -en su primera parte- el relato de las últimas tres plagas que cayeron sobre Egipto.

La anteúltima de dichas plagas –la oscuridad- tuvo un impacto real sobre el faraón y su pueblo. Sin embargo, el efecto de dicha plaga fue fundamentalmente simbólico.  El faraón de Egipto, "hijo" del dios sol en la tierra, ve a su divinidad, fuente de su poder terrenal, derrumbada ante el poder de Dios.  
Súbitamente la noche se pudo palpar, y Ra –dios egipcio del sol- quedó vacío de todo poder. Ya había pasado lo mismo con el río Nilo –también considerado una deidad por los egipcios- transformado en sangre y escupiendo ranas obedeciendo al Soberano del mundo. También ocurrirá lo mismo con los carneros ofrendados por los israelitas a su salida de Egipto. Los egipcios adoraban al carnero y es por eso que Moshé solicita al faraón permiso para ofrendar dichos animales fuerra de la tierra de Egipto (ver Shemot 8, 22).

Incluso ocurrió lo mismo con el mismísimo faraón. Cuando Moshé anuncia la venida de las plagas, Dios le pide que vaya a advertírselo al faraón temprano a la mañana, cuando éste bajaba al Nilo. 

RaSHI (ver comentario a Shemot 7, 15) comenta que el faraón hacía creer a sus súbditos que era un dios y –por ende- no tenía necesidades fisiológicas. Por esa razón, todas las mañanas bajaba temprano al río Nilo y hacía allí sus necesidades. Era en ese momento de tamaña "humanidad", que Moshé le transmitía el mensaje divino.  

La salida de Egipto, y la plagas que la antecedieron, no sólo liberó a Israel de la esclavitud sino que derrumbó cual castillo de naipes a aquel faraón opresor y embustero y a cada uno de los dioses en los cuales creían los egipcios.

Si abandonamos las páginas de nuestra Torá, veremos que "vencer" al sol nunca tan sencillo como lo fue para el Señor de todo lo existente en el relato del Éxodo.

La mitología griega cuenta la historia de Ícaro y Dédalo, retenidos por el rey Minos en un laberinto de la isla de Creta. Dedalo -padre de Ícaro y constructor de aquel laberinto-  elabora un plan para escapar de su presidio. Dado que Minos dominaba la tierra y el mar, Dédalo fabrica para él y para su hijo alas de plumas, unidas con cera, a fin de huír de la isla.

Dédalo advirtió a su hijo que volar demasiado alto podía hacer peligrar la integridad de sus alas. Sin embargo, Ícaro ascendió, y el sol derritió sus alas. El joven cayó al mar y murió. Desde entonces, aquel mar lleva su nombre: Mar Icario.

Apolo, dios griego del sol, era el patrono de la verdad. También Ra, dios egipcio del sol era el creador de todo lo existente y el dios de la verdad. Para la fé judía, sin embargo, Dios lo es todo. Él es el creador de todo lo existente, la fuente de toda abundancia terrenal, y el Señor de la suprema verdad.

...

En el año 1979, el genial actor y cantante francés Yves Montand, rodó una película inspirada en aquel joven alado de la mitología griega. El film, dirigido Henri Verneuil por llevó por nombre "I...como Icaro".

En la película, el gobernante de un país ficticio había sido asesinado en medio de los festejos por su re-elección.

Una comisión es asignada a fin de investigar el asesinato. Al cabo de su labor, dicha comisión concluye que el asesinato fue perpretado por un lunático que había disparado al presidente desde un balcón para luego suicidarse.

Uno de los integrantes de esa comisión investigadora, el Fiscal Henri Volney (Yves Montand) se niega a firmar el informe y se da a la tarea de efectuar una nueva investigación que -a medida que progresa- lo llevan a descubrir la verdadera trama del complot y la identidad de los conspiradores. Volney terminó pagando con su vida.

Eso es lo que pasa cuando se esta demasiado cerca de la verdad. Le paso a Icaro, le paso a Montand y esta semana al fiscal Alberto Nisman Z"L en la Argentina real. 

...

Cuenta el Midrash (Bereshit Rabá 8, 5) que cuando Dios se dispuso a crear al hombre, los ángeles celestiales comenzaron a discutir entr ellos.

El ángel de la piedad asintió con el proyecto divino y dijo: "¡Que sea creado porque hará actos piadosos!". El ángel de la verdad dijo: "¡Que no sea creado, porque vive mintiendo!". El de la justicia dijo: "¡Que sea creado, porque hace actos de justicia!", y el de la paz dijo: "¡Que no sea creado, porque vive peleando!".

La fuerza de la verdad de muy fuerte, y bien hubiera podido convencer a las demás. Fue entonces que Dios sacrificó su tesoro más valioso, y lo arrojó a la tierra, tal como dice el libro de Tehilim (85, 12): ‘Emet MeEretz Titzmaj’ (La justicia brotará desde la tierra).

Si la verdad brota de la tierra, significa que su semilla está sepultada en algún lugar. La semilla de la verdad existe, pues está aquí abajo entre nosotros.

No obstante,  20 años después, las únicas sepulturas que conocemos son otras...

Quiera Dios iluminar a todo hombre de buena voluntad que habite en suelo argentino para hallarla, remover la tierra de alimañas y permitirle brotar prontamente, a fin de honrar la memoria de aquellos que fueron arrancados de este mundo.

La verdad quema, pero finalmente brotará.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario