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viernes, enero 08, 2010

Parashat Shemot

Estadista, Místico y Pastor

Si por algo pudiéramos definir a nuestra época, es por la falta de un liderazgo positivo. Pueden ser muchos los que quieren tomar el PODER…pero pocos son lo que quieren tomar el TIMON.

Tomar el timón es un acto de responsabilidad; tomar el poder, no siempre...

Tal vez entonces –y ante esta falta de conductores- podríamos inspirarnos en la figura de Moshé y en la revelación de la zarza ardiente, episodio fundacional de su liderazgo.

‘Y Moshé pastoreaba el rebaño de Itró, su suegro, sacerdote de Midián; y guió las ovejas a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, a Jorev’ (Shemot 3, 1).

Muchos fueron los comentaristas que se preguntaron por qué este ‘proyecto de líder’ llamado Moshé fue a pastorear las ovejas de su suegro al desierto.

RaSHI opina que las llevó allí para evitar caer en el robo. Siendo el desierto tierra de nadie, no habría peligro de que coman hierba de campos ajenos.

El segundo comentario es de Seforno. De acuerdo a su opinión, el motivo de su ida al desierto fue para disponer de un espacio para meditar.

El Midrash Rabá, por su parte, nos cuenta cómo Moshé corría en el desierto detrás de las ovejas sedientas. Le dijo Dios: ‘Si tienes piedad para conducir las ovejas; también podrás apacentar a Mi rebaño Israel’. (Shemot Rabá 2, 2).

Estos tres comentarios -en apariencia contradictorios- no son otra cosa que las triple faceta de un mismo líder.

RaSHI hace hincapié, en la LEY. La búsqueda constante de lo que es correcto debe ser su desvelo. Moshé lleva a pastorear a las ovejas por el desierto, no sea cosa que –¡Jas VeShalom!- las ovejas se alimenten de hierba ajena.

Seforno hace hincapié en la SOLEDAD. Un líder debe saber tomar distancia. Los problemas de un pueblo pueden ser tan variados y tan pesados, que debe el líder debe saber retirarse, meditar, regresar y actuar.

El Midrash hace hincapié en la COMPASION. Dios probó a Moshé por medio de las ovejas. Si era sensible con las ovejas, también sería sensible con las necesidades de un pueblo. El líder debe ser sobre todas las cosas compasivo y considerado.

Un buen líder, es un perfecto cóctel de Estadista, Místico, y Pastor.

Moshé tenía aquellas virtudes que logran transformar a un hombre del montón, corriente y ordinario, en un líder inmortal. En aquellos líderes que dejan huella con los siglos y cuya memoria el tiempo no logra borrar.