Parashat Shoftim contiene las leyes de la eglá arufá (la becerra desnucada). La Torá nos cuenta que cuando un cuerpo muerto aparece en la mitad del campo, entre dos ciudades, y se desconoce la identidad del asesino, los ancianos de la ciudad más cercana al cuerpo deben salir hacia él y pronunciar la siguiente fórmula:
‘Nuestras manos no han derramado esta sangre y nuestros ojos no han visto (a su asesino). Absuelve a tu pueblo Israel que has rescatado, Di-s, y no hagas recaer la culpa por la sangre inocente en medio de tu pueblo Israel’.
Y al mismo tiempo debían traer una becerra joven y desnucarla a modo de expiación en el lugar de la desgracia.
Tal como ocurre con varios pasajes de la Torá, también este puede parecer algo ajeno a nuestras prácticas y a nuestro tiempo.
Sin embargo, eso no lo transforma en irrelevante.
Evidentemente, algo nos quiere enseñar la Torá a través de este pasaje…
El Rabino Iaakov Ruderman hace un análisis exquisito de este pasaje. Nos hace notar que el pasaje de la eglá arufá, está intercalado entre dos pasajes que comienzan con las palabras ‘Ki Tetzé LaMiljamá’ (Cuando salgas a la guerra) y que –como imaginarán- tratan acerca de las leyes de la guerra.
En tiempos de guerra –dice el Rabino Ruderman- muere mucha gente: hombres, mujeres, soldados, civiles, ancianos y niños. En tiempos de guerra, a menudo pareciera que la vida es más barata, que vale menos…
La Torá, a través del relato de la eglá arufá, nos quiere enseñar que una vida es infinitamente valiosa, amén de la situación en la que nos encontremos. Podemos estar en medio de la batalla más cruenta, pero aun un muerto desconocido, requiere expiación de una ciudad entera.
La Torá nos quiere enseñar que una vida siempre es cara…Jamás puede resbalarnos…
Cuenta una anécdota que Golda Meir Z"L había dado expresas instrucciones a sus asistentes de ser avisada personalmente cada vez que caía un soldado israelí, así sea en medio de la noche. Dijo una vez a sus colaboradores: "Cuando el presidente Nasser dé instrucciones de ser despertado en mitad de la noche cuando caiga un soldado egipcio, ese dia llegará la paz".
Este es exactamente el mensaje de nuestra tradición en general y nuestra Parashá en particular: Una vida es cara. Una vida es una vida. Posiblemente ese sea el mayor abismo que nos separa de nuestros enemigos.