Parashat
Toldot relata en sus primeras lineas el nacimiento de Iaakov y Esav.
El
embarazo de nuestra matriarca Rivká –de acuerdo a la Torá- no fue sencillo. Los
mellizos pelearon en el vientre materno durante gran parte de la gestación.
El
nacimiento –finalmente- generó una dinámica familiar particular: Itzjak Avinu
se liga afectivamente a Esav –el mayor de los hermanos- mientras que Rivká
muestra una marcada preferencia por Iaakov.
"Y
quiso Itzjak a Esav, pues caza (había) en su boca; y Rivká quiere a
Iaakov" (Bereshit 25, 28)
Rabí
Ishaia Haleví Hurvitz explica este
versículo de manera sumamente original:
El amor de
Itzjak hacia Esav dependía de un factor externo. Nuestros sabios dicen al
respecto: ‘El amor interesado fenece cuando el interés ya no existe’ (Avot 5,
17). Cuando desaparece la razón del amor, éste muere y se transforma en parte
constitutiva del pasado.
Por ello, la Torá dice: ‘Y quiso Itzjak a
Esav’. Habla en tiempo pasado porque este amor dependía de la caza que había en
su boca; era un amor pasajero y momentáneo.
Frente a
ésto, el amor de Rivká a Iaakov nunca murió porque no dependía de causa alguna.
Por ello, está escrito en tiempo presente: ‘Y Rivká quiere a Iaakov’. Ella
quiere a Iaakov en todo momento, porque su amor no depende de factores
materiales. Un amor independiente de intereses externos, dura hasta la
eternidad.
...
Existe un
episodio en la biografía de Esav que suele pasarse por alto cuando se analiza el
vínculo de éste con sus padres y hermano. Hacia el final del capítulo 26 del
libro de Bereshit, nos cuenta la
Torá :
"Y
era Esav de edad de cuarenta años y tomó por mujer a Iehudit hija de Beri el
jiteo, y a Basmat hija de Eilon el jiteo. Y fueron pesadumbre para Itzjak y
para Rivká" (Bereshit 26, 34-35).
Resulta
imposible comprender en profundidad el episodio narrado a continuación –la
bendición de Itzjak a Iaakov- si no se toman en cuenta estos dos versículos.
Cuando
Itzjak se dispone a bendecir a Esav, su predisposición era negativa. Las
mujeres elegidas por Esav –al decir de Rabí Ishaia Haleví Hurvitz- fueron el
punto en el cual el amor de Itzjak hacia su hijo feneció. Su decepción fue
suprema.
Habitualmente,
cuando se analiza el célebre ardid de Iaakov al recibir la bendición paterna-
solemos imaginar a Itzjak como un frágil anciano ciego engañado por su hijo.
La
historia es conocida. Rivká, sabiendo que Itzjak se aprontaba a bendecir a
Esav, propone a Iaakov una artimaña: vestir una piel de cabrito para aparentar
ser su hermano y tomar la bendición de Iztjak.
Itzjak
entiende rapidamente que algo extraño ocurre ante sus deteriorados ojos. Decide
pues pesquisar a Iaakov, utilizando los restantes sentidos que funcionaban
corecctamente.
El Gaón
Rabí Ionatan Eibshitz de Praga solía decir:
Cuando un
hombre pierde la visión, debe explotar al máximo sus cuatro sentidos restantes
para compensar su carencia.
Sobre
Itzjak Avinu leemos: ‘y oscureciéronse sus ojos de ver’ (Bereshit 27, 1). Y
dado que había perdido la visión, incrementó el accionar de sus restantes
sentidos para reconocer con sus manos a su hijo Esav. Primeramente obró a
través del tacto diciendo: ‘Acércate, por favor, y te palparé, mi hijo’(Bereshit
27, 21). Luego puso atención en su oído y dijo: ‘La voz es la voz de Iaakov’
(Bereshit 27, 22). En tercer lugar se ayudó con su gusto mientras decía:
‘Acerca a mí y comeré’(Bereshit 27, 25). Por último, utilizó su olfato: ‘y olió
el olor de sus vestidos’ (Bereshit 27, 27).
Hoy día,
se sabe que los no videntes desarrollan capacidades auditivas, táctiles e intuitivas en un grado muy superior a las
personas videntes. Un no vidente puede palpar una moneda y reconocer su valor.
¿Cómo
pensar realmente que Iaakov logró engañar a Iztjak?
¿Acaso una
persona ciega no sabe que la piel de cabrito tiene otra textura que la piel y
el pelo humano?
Hoy día se
sabe que una persona no-vidente no necesita apreciar los colores para
distinguir entre el sabor de un vino blanco semi-seco y el de un vino tinto
cabernet sauvignon...
¿Cómo
creer que Itzjak no pudo distinguir entre el sabor de la comida que solía
prepararle Esav, de la comida que sirvió Iaakov preparada por Rivká?
Resulta inimaginable
creer que Iaakov logró engañar a su padre.
Itzjak, a
mi humilde opinión, sabía quién estaba parado delante suyo y –a raíz de
decepción sufrida al ver las mujeres escogidas por Esav - decide bendecir al
más joven de los mellizos.
Esav es el
primero de los descendientes de Abraham, que toma mujeres cnaanitas como
esposas. No sólo su padre, Itzjak, miraba de mal modo esta elección. Leímos en
Parashat Jaiei Sará que Abraham Avinu advirtió a su siervo Eliezer de no tomar
mujer para Itzjak de la hija del cnaanita enviandolo a Aram Naaraim (ver
Bereshit 24, 3-4).
Al inicio
del capítulo veintiocho, Itzjak sellará su bendición a Iaakov, enviándolo a
Padán Aram y advirtiéndole también a él de no tomar mujeres cnaanitas. El viaje
a casa de Betuel también lo pondría a salvo de la venganza y de la espada de su
hermano.
Esav, al
escuchar el consejo paterno, y viendo que las cnaanitas eran malas a ojos de su
padre, decide enmendar su elección tomando a Majalat hija de Ishmael como
esposa (Bereshit 28, 9).
Lo cual
demuestra que Esav no solo era apresurado para elegir, sino también lento para reaccionar...
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