Pragmatismo
Una de las instituciones centrales en
la sinagoga desde los tiempos de Ezra y hasta los tiempos de JaZaL era el meturgueman,
quien se ubicaba junto al lector de la Torá y traducía uno por uno los versículos
bíblicos.
El arameo fue por varios siglos el
idioma dominante en el Medio Oriente, y la Tierra de Israel no fue la excepción.
Es por eso que la lectura ritual de la Torá y las Haftarot requerían de
una traducción al idioma utilizado por las masas.
Gran parte del Talmud está redactado
en idioma arameo y la liturgia judía contiene destacadas oraciones en dicha
lengua. El Kadish, el Kol Nidrei y el Ha-Lajma Ha-Ania en la Hagadá de Pesaj son solo tres ejemplos.
No obstante, JaZaL ofrecen en la mishná
un listado de pasajes bíblicos que deben ser leídos sin traducción (Mishná Meguilá
4, 10 y la guemará a continuación). Se trata, sin excepción, de pasajes problemáticos
que pueden ser malinterpretados por la congregación, o bien presentan a
nuestros antepasados de manera desfavorable. Entre ellos se menciona –por ejemplo-
el pasaje de Reuvén y Bilha, concubina de Iaakov (Bereshit 35, 22) o el
episodio de Amnón y Tamar, en el libro de Shmuel (Shmuel II 13).
Llama la atención que entre dichos
episodios "censurados" por nuestros Sabios no se mencione el episodio
de Diná que es mencionado en nuestra Parashá; este episodio presenta a Leví y a
Shimón de manera poco halagüeña. Por lo visto, JazaL entendieron que dicha
historia contiene un mensaje que debe ser leído, traducido –y sobre todas las
cosas- comprendido.
Dina fue la única hija mujer de
Iaakov y su mujer Leá. Luego de haber permanecido por largos años en lo de Laván
el arameo, nos cuenta la Torá que Iaakov vuelve a establecerse en la tierra de
Cnaan.
Un día, Dina salió de su hogar y Shjem
ben Jamor el jiveo, uno de los hombres fuertes de la región, raptó a la joven,
la violó y la humilló. Luego, quedó perdidamente enamorado de ella.
Shjem solicita a su padre Jamor que
intervenga para tomar a Dina como esposa. Mientras tanto Iaakov ya había
escuchado acerca de lo sucedido y –atónito- no sabe como reaccionar.
Jamor, el padre del violador,
sorprende a todos con sus capacidades diplomáticas. Propone a Iaakov y a sus
hijos un acuerdo.
"Y habló Jamor con ellos
diciendo: Shjem, mi hijo, desea con toda su alma a vuestra hija; dadla ahora a él
por mujer y emparentad con nosotros; vuestra hijas daréis a nosotros y a
nuestras hijas tomaréis vosotros" (Bereshit 34, 8).
Jamor quiere seducir a Iaakov y a
sus hijos. Sabía que les estaba proponiendo sellar un pacto atractivo. Además
les proponía tomar posesión de la tierra.
Sin embargo, los hijos de Iaakov tenían
planes diferentes. Ellos le respondieron que sólo podrían avanzar con el pacto
si los hijos de Jamor aceptaran circuncidarse. Para sorpresa del lector –y posiblemente
para sorpresa de los hijos de Iaakov- los hijos de Jamor conceden a su pedido y
convencen a todos sus hombres a practicarse la intervención.
Al cabo de tres días, cuando éstos aún
estaban doloridos, Shimón y Leví liberan a Dina en un operativo relámpago,
pasando por la espada a Jamor, a Shjem y a todos sus hombres.
El intercambio entre Iaakov y sus
dos hijos al final del capítulo se asemeja a una charla entre sordos. Mientras
Iaakov les dice: "Me turbasteis para hacerme aborrecible entre los
moradores de la tierra" (Bereshit 34, 30) , éstos se justifican diciendo: "¿Acaso
como prostituta hará a nuestra hermana?" (34, 31).
Iaakov reprende a Shimón y a Leví no
porque ellos hayan llevado adelante una represalia ilegítima e injusta, sino por
el miedo a que su accionar despierte acciones en su contra.
Iaakov es un pragmático y ello debe
saberse. Es por éso que nuestros Sabios no han agregado este pasaje a la lista
de historias "censuradas". Dicho pragmatismo debe leerse, traducirse
y comprenderse.
Porque en el Medio Oriente, tanto hoy
como ayer, no alcanza con tener la razón...También hay que ser inteligente.
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